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mencionada conferencia, que existen grandes oportunidades para el
tiempo compartido en todo el Caribe y destacó sus ventajas. “Las eco-
nomías de turismo diversificado crean una economía turística sostenible
en el largo plazo”, él comentó. “El tiempo compartido es prepagado.
Los propietarios regresan, independiente de lo que esté sucediendo en la
economía global. A menudo vuelven en grupos más grandes, reservan
por adelantado y gastan más porque no tienen que pagar
una gran cuenta de hotel al final de su viaje”.
Jamaica: herramienta de transformación
Edmund Bartlett, ministro de turismo de Jamaica, aplaude
el éxito de otros destinos caribeños como San Martín
y Aruba. “San Martín es un excelente ejemplo de cómo
el tiempo compartido ha transformado áreas y creado
sostenibilidad”, él dijo. También indicó que el reciente
lanzamiento de la legislación de protección al consumidor
de tiempo compartido en Jamaica, en mayo del 2016,
servirá de estímulo para el desarrollo del sector turístico y
las ventas de propiedades vacacionales en la isla.
“Vemos el tiempo compartido como una poderosa
herramienta de transformación para Jamaica”, expresó
el ministro. “Queremos usarla para proveer un flujo
económico a otros sectores, más allá del turismo. No es
solo una transformación de tiempo compartido y turismo
sino de construcción, mercadotecnia y transporte. Los
propietarios que vienen crean lealtad con el destino. Se
identifican con la comunidad. Los dólares del turismo
permanecen en el país”, él concluyó.
Los prospectos continúan siendo un elemento positivo
para el tiempo compartido como un agente de cambio,
opina Frank Comito, presidente y director ejecutivo de la Asociación
de Hoteles y Turismo del Caribe. “La propiedad vacacional ejerce un
gran impacto no solo en los empleos, sino también en los ingresos de
la comunidad a medida que el sector impulsa a los visitantes a hacer
un desembolso más alto, lo cual beneficia además a la economía del
país al generar ingresos fiscales”.
SEGUNDA EDICIÓN 2017
RESORTDEVELOPER.COM
VACATION INDUSTRY REVIEW
Representantes de diversos países e instituciones del Caribe están
prontos a elogiar el impacto positivo que el tiempo compartido ha
tenido en la economía de la región, incluso en los peores momentos.
Un buen ejemplo: durante la Conferencia Internacional de Inversión
en Propiedades Compartidas que se llevó a cabo en octubre, 2016,
el primer ministro de la isla de San Martín, William V. Marlin, relató a
un grupo de periodistas que en 1995, año en que el huracán Luis
destruyó el 90% del país, la isla quedó cerrada en términos de turismo
pero, para sorpresa de todos, cuando el aeropuerto reanudó sus fun-
ciones, los primeros visitantes que regresaron fueron los propietarios
de tiempo compartido.
San Martín: una historia exitosa
Eso sucedió hace más de 20 años pero Marlin sostiene que el tiempo
compartido todavía impulsa el turismo y proporciona beneficios
económicos a la isla. Las 14 propiedades de tiempo compartido de
San Martín comprenden 3.600 habitaciones o unidades comparadas
con las 1.500 habitaciones de hotel. En lo que se refiere a ocupación,
la tasa de los complejos de tiempo compartido es del 84%, compara-
da con el 75% de los hoteles. Los huéspedes de hoteles pernoctan
un promedio de 6,6 noches mientras que los huéspedes de tiempo
compartido se alojan hasta 10 noches por visita.
San Martín tiene una larga historia relacionada con el tiempo
compartido (comenzó hace 36 años), sin embargo, su éxito no es
exclusivo en el Caribe. Aruba, Santo Tomás, la República Dominicana
y Puerto Rico son otros destinos de propiedades vacacionales de
gran popularidad.
Aruba: más visitas por noche
Por ejemplo, Aruba también tiene 14 complejos que ofrecen
3.500 habitaciones o unidades de tiempo compartido, de acuerdo
con Jim Hepple, presidente y director ejecutivo de la Asociación de
Hoteles y Turismo de Aruba. Él informa que la industria evolucionó a
mediados de la década de los 80, cuando el gobierno arubano se
concentró en el crecimiento del turismo, enfocándose particularmente
en el mercado de Norteamérica. En la década de los 90, se abrieron
más complejos, muchos de ellos como resultado de la conversión
de hoteles tradicionales que habían fracasado. “En 2015, el 22% de
nuestros turistas (274.265 de un total de 1,22 millones) alojó en
complejos de tiempo compartido, lo que representa el 27% del total
de visitantes que pernoctó”, explica Hepple.
Neil Kolton, director de ventas y servicio a complejos del Caribe y
la Florida, de Interval International indicó a los periodistas durante la
IMPACTO ECONÓMICO
El Tiempo Compartido:
positivo para la economía caribeña
nilaya/Deposit Photos
Hugh Riley,secretario general y director ejecutivo,Organización deTurismo del Caribe;WilliamV.Marlin,primer ministro
de San Martín; Edmund Bartlett, ministro de turismo de Jamaica.